NOTAS DE SALIDA: Bergamota, mandarina y lirio de los valles (muguete)
NOTAS DE CORAZON: Clavel, jazmín y mirra
NOTAS DE FONDO: Pachulí, opopónaco, ámbar y vainilla.
Se construye con resinas dulces, esencias florales e inciensos. Las personas lo suelen describir como un perfume fuerte, exótico, agradable, sexy, cálido, rico, elegante y misterioso. Su olor a su vez se clasifica como oriental, dulce, floral y ahumado.
Se usa principalmente la mandarina y la bergamota aderezadas con un matiz especiado de pimienta que le aporta textura a una salida centelleante. Estas primeras sensaciones elevan los tonos de la fragancia y luego te transportan hacia su naturaleza esencialmente floral, resinosa, aterciopelada y ahumada. La faceta exuberante de Opium se revela a través de las flores que forman su corazón. Su estructura floral tiene una refinada calidad jabonosa que, en conjunción con las notas ahumadas y el punto terroso del pachuli, rebosa pura clase.
El sensual y cremoso jazmín y la picancia del clavel se acompañan del toque oriental y embriagador de la mirra y se complementan con las maderas aromáticas y demás resinas. El fondo añade un recuerdo adictivo y un carácter pegajoso sobre la piel con una mezcla de resina de opopónaco, vainilla, pachuli, incienso y ámbar. El resultado es balsámico y dulce, permeado por humos, con una perdurabilidad e intensidad .
Puede tener demasiado bagaje para chicas jóvenes, y probablemente gustará a mujeres algo más maduras y más si son amantes de los perfumes con inciensos. Su olor ligeramente masculino y su esencia balsámica lo transforman en una buena elección también para hombres.